El Teletrabajo representa un porcentaje mínimo de la fuerza laboral en el país, pero que sin dudas se dirige hacia un crecimiento. Si bien, posee una serie de ventajas, como la autonomía y la posibilidad de que cada profesional administre sus tiempos o el hecho de que no se mueva de su domicilio, también, el teletrabajo contrae riesgos que se les debe prestar total atención.
Riesgos físicos
El sedentarismo constituye uno de los principales riesgos que conlleva a consecuencias para la salud como enfermedades cardíacas, cerebrales, diabetes, cáncer o problemas de sobrepeso, entre otras. Para ello, es importante programar una serie de medidas para evitar, o disminuir, las probabilidades de contraer dichos problemas. A su vez, otro de los principales riesgos que se destacan en esta modalidad de trabajo son los riesgos ergonómicos que se deben a diferentes factores, como por ejemplo la falta de inversión en inmobiliaria y/o tecnología correspondiente o las malas posiciones en un tiempo prolongado que puede adquirir el profesional durante el desarrollo de sus tareas. Estos, además de dolores cómo los musculares o cefaleas, pueden generar una serie de trastornos que deben ser identificados y tratados a la brevedad, algunos de estos trastornos pueden ser musculo esqueléticos como la lumbalgia y la tendinitis, y trastornos digestivos o de sueño, además de problemas respiratorios, etcétera.
Riesgos psicosociales
También toman un rol protagónico los riesgos psicosociales, algunos de estos es el trastorno llamado tecnoestrés, que es una es una condición psicológica que es generada por el uso excesivo de las tecnologías de información y de comunicación (TIC). También el teletrabajo puede generar una serie de problemas como el aumento la sobrecarga laboral, el bajo feedback entre compañeros/as, el aislamiento social o uno de los principales, el conflicto familia-trabajo. Estos, pueden provocar cefalea, ansiedad, depresión, falta de conciliación del sueño, enfermedades cardiovasculares, cambios conductuales en los profesionales Es por todo esto que debemos prestar total atención y trabajar en la prevención de riesgos laborales, para así lograr, además de una eficacia en las tareas realizadas, disminuir los riesgos que puedan desencadenar en una enfermedad profesional y(o accidente de trabajo.