Una Evaluación de Impacto Ambiental en obras es un procedimiento que contempla una serie de estudios, informes técnicos y consultas que permiten estimar las consecuencias que un determinado proyecto sobre el medio ambiente; esto permite que los organismos competentes puedan tomar decisiones para aceptarlo, rechazarlo o modificarlo.
Para la realización de una E.I.A. se requiere la participación de un equipo multidisciplinario e interdisciplinario, como pueden ser Geólogos, Ingenieros Ambientales, Ingenieros Civiles, Licenciados en Seguridad e Higiene, Sociólogos, entre otros.
Es importante destacar que, es condición necesaria que todos los profesionales intervinientes en la confección de la E.I.A. se encuentren habilitados por los organismos correspondientes.
A nivel nacional, la Ley Nº 25.675 (Ley General del Ambiente.) Indica los presupuestos mínimos para el logro de una gestión sustentable y adecuada del ambiente, la preservación y protección de la diversidad biológica y la implementación del desarrollo sustentable.
A partir de dicha Ley, se desprenden todas las Leyes Provinciales, Normativas y Ordenanzas que exigen la E.I.A. según el lugar donde se ejecute la obra o proyecto.
En el caso de la Ciudad de Buenos Aires, la Ley N° 123 determina el Procedimiento Técnico – Administrativo de la E.I.A., para la obtención del Certificado de Aptitud Ambiental.
Por otra parte en la Provincia de Buenos Aires se deben obtener una Declaración de Impacto Ambiental, conforme lo establece la Ley N° 11.723. Para esto es necesario realizar una Evaluación de Impacto Ambiental, la cual se inicia con la presentación del E.I.A. por parte del promotor del proyecto ante la Autoridad Ambiental Jurisdiccional según corresponda.
En cada obra ya no sólo deben considerarse los aspectos físicos naturales, sino que el concepto de desarrollo sustentable debe trasladarse con un equilibrio entre los factores económicos, sociales, ambientales, físicos y naturales. Por lo tanto cualquier obra civil que se ejecute en la zona de influencia del proyecto, debe intentar dañar lo menos posible el ambiente durante el periodo de tiempo en el que se está ejecutando, evitar un perjuicio para la vida animal y vegetal durante la realización de la obra, y minimizar el impacto ambiental negativo, para que en el futuro se pueda seguir disfrutando los recursos existentes en el sitio.