Las obras de infraestructura constituyen un área importante para la sociedad, representan la base y soporte (a nivel estructural) para la realización de actividades. Dichas obras permiten el embellecimiento y crecimiento de ciudades, y permiten la conexión de poblaciones, entre otras cosas.
También se debe a la importancia que tienen a nivel económico las grandes inversiones que se realizan para la ejecución de las obras, a nivel laboral, el cual está conformado por el capital humano requerido para la puesta en marcha de las construcciones, ya que cuentan con profesionales de distintas áreas de la ingeniera, arquitectos, administradores, especialistas en seguridad e higiene, unida a toda la experiencia de obreros/operarios de cada oficio que llevan a cabo.
El tema ambiental no queda exento del área de la construcción, debido a los impactos ambientales y sociales que se producen:
El Plan de Mitigación es un documento que plasma las acciones y medidas que se deben tomar en cuenta al momento de ejecutar cualquier actividad o tarea que pueda generar la ocurrencia de impactos negativos y a las poblaciones vecinas. La idea principal de estos planes es que cualquier empresa pueda anticiparse ante estas situaciones de afectación negativa para así prevenir y minimizar los mismos.
Por ende, se requiere efectuar un seguimiento de todos los puntos estipulados en este plan y jornadas de capacitaciones y simulacros constantes al personal contratado directamente por la empresa, así como del personal subcontratado. De esta manera se daría cumplimiento a lo establecido en la legislación ambiental. Dicha ley se encuentra vigente en la República de Argentina, especialmente en la Ley General del Ambiente Nº 25.675, ley de presupuestos mínimos obligatoria en todo el territorio nacional.